jueves, 4 de junio de 2009

Excrecion, enfermedades y prevención

Trastornos del Sistema Excretor

Los órganos y estructuras involucradas en la eliminación de la orina y de las heces pueden sufrir múltiples alteraciones, que no solo afectan su fisonomía, sino que también alteran los procesos en los que participan (micción y defecación).

Trastornos renales

Entre las patologías mas comunes que afectan a los principales órganos del aparato urinario, encontramos:

- Pielonefritis: corresponde a una infección bacteriana que afecta tanto a los riñones como a los uréteres. Generalmente, esta comienza en la vejiga y asciende a los demás órganos, producto del reflujo de la orina (reflujo vésico-ureteral). Produce la inflamación de las estructuras afectadas, especialmente de la pelvis renal.

- Glomerulonefritis: se produce por una infección estreptocócica y afecta directamente a los glomérulos y su funcionamiento. Debido a ello, estas estructuras renales se inflaman, disminuyendo la capacidad que poseen de filtrar la orina. Entre sus síntomas destacan la apariencia espumosa de la orina, hematuria (presencia de sangre en la orina) y la inflamación matinal del rostro, manos, pies y abdomen. Si no se trata a tiempo, suele derivar en una insuficiencia renal aguda.

- Nefropatía diabética: es una complicación típica de la diabetes mellitus, en la que se produce daño renal. Afecta a los vasos sanguíneos más pequeños de los riñones. De igual manera, incide en la apariencia de los glomérulos, ya que estos se engrosan y con el tiempo se destruyen. Suele desembocar en una insuficiencia renal crónica o un fallo renal. Uno de los indicadores más notables de esta enfermedad es la mayor presencia de proteínas en la orina (las que se acumulan de manera anormal).

- Litiasis renal: conocida también como urolitiasis o nefrolitiasis, corresponde a la presencia de cálculos o piedras al interior de los riñones, los cuales pueden desplazarse por los diversos conductos urinarios. Estos cálculos se componen de sustancias que se encuentran de manera normal en la orina (calcio, fosfatos o uratos), las que se concentran y solidifican de manera anormal, hasta formar piedras de diversos tamaños.

- Riñón poliquístico: trastorno hereditario, que se caracteriza por la presencia de múltiples quistes en el riñón. Estos suelen ser de diversos tamaños, con una apariencia similar a la de un racimo de uvas; incrementan poco a poco el tamaño del riñón y alteran su funcionamiento.
Esta enfermedad tiene una alta tasa de mortalidad durante el primer año de vida.

Enfermedades vesicales

Si bien esta serie de trastornos afecta principalmente a la vejiga, también pueden desencadenar desórdenes en el funcionamiento de estructuras aledañas, como los uréteres y la uretra. Entre ellas destacamos:

- Incontinencia urinaria: es la perdida del control que ejercemos de manera voluntaria durante la micción. Ocurre al debilitarse los músculos de la pelvis, que ayudan a la evacuación de la orina.
Existen diversos grados de incontinencia, desde la que se produce por situaciones específicas (esfuerzo, tos, risa) dejando escapar una pequeña cantidad de orina, hasta las que se relacionan con la pérdida total del control urinario (en personas con parálisis o ancianos).

- Cálculos vesicales: corresponde a la cristalización de algún compuesto de la orina en la vejiga urinaria. También pueden ser piedras formadas en la pelvis renal, que viajan hasta esta cavidad y se alojan en ella. Producen irritación y obstrucción del paso de la orina hacia la uretra, así como también hematuria y disuria (micción dolorosa). Afectan, principalmente, a hombres adultos.

- Cistitis: es una de las alteraciones mas frecuentes del tracto urinario. Corresponde a la infección e inflamación de la uretra y la vejiga, producida por la acción de organismos patógenos. En la mayoría de los casos es provocada por la bacteria Escherichia coli, pero también se origina por la acción de los géneros bacterianos Klebsiella, Proteus y Pseudomonas, entre otros.
Se caracteriza por una micción dolorosa, necesidad frecuente de ir al baño y alteración de la apariencia normal de la orina. Por lo general, afecta a un mayor numero de mujeres que hombres, debido a que el conducto uretral de las primeras es más corto y está en contacto más directo con el ano y el exterior.

Afecciones anorrectales

A continuación, señalamos los trastornos más característicos que afectan a la última porción del tubo digestivo, implicada directamente en la eliminación de las heces.

- Hemorroides: son venas dilatadas (similar a las varices de las piernas), ubicadas en el ano o en sus proximidades. Si
corresponden a las venas del plexo superior se denominan internas (recubiertas por mucosa), mientras que las del plexo
inferior se conocen como externas (revestidas por la piel existente debajo de la unión anorrectal). Se caracterizan por presentar un sangrado leve y por producir dolor al defecar. Una de sus principales causas es el estreñimiento el esfuerzo exagerado que se realiza para eliminar las heces.

- Fisura anal: se denomina así a las grietas (desgarros o ulceraciones) que se alojan en la mucosa del ano. Suelen ser dolorosas (las molestias se acentúan durante la defecación) y difíciles de cicatrizar; están asociadas al estreñimiento y a infecciones de la mucosa anal.

- Cáncer de colon: corresponde a una proliferación anormal de las células que lo constituyen. Muchas veces este tipo de
cáncer surge a partir de ciertos pólipos alojados en la pared interna del intestino. Cuando afecta, además, la porción del recto se denomina cáncer colorrectal.
En nuestro país, está entre los cinco tipos de cáncer que afecta con mayor frecuencia a la población. Uno de los exámenes más certeros para diagnosticarlo es la colonoscopía.

La excrecion humana: Fisiologia y anatomia

Anatomía


La excreción es el proceso por el cual el organismo elimina los desechos metabólicos del organismo. En el ser humano esta función está a cargo de diferentes órganos. Sin embargo, el riñón juega un papel importante en la excreción de los desechos, producto del metabolismo de los alimentos.

Una vez que los alimentos son digeridos por el sistema digestivo y absorbidos y transportados hacia el sistema circulatorio para ser utilizados por las células, se generan productos de desecho que son eliminados del organismo gracias al sistema renal.

Estas sustancias son eliminadas mediante la formación de la orina, cuyos principales componentes son: agua, urea, ácido úrico, creatinina y productos finales del metabolismo de la hemoglobina y metabolitos de hormonas.

Para realizar la función excretora, el sistema renal cuenta con una serie de estructuras (Fig. 11) que cumplen funciones específicas:

  • Riñones: Órganos secretores donde se elabora la orina.
  • Uréteres: Conductos colectores que recogen la orina a la salida del riñón.
  • Vejiga: Órgano receptor de la orina.
  • Uretra: Conducto secretor que vierte la orina al exterior.

El órgano encargado de la formación de la orina es el riñón. A continuación presentaremos la estructura interna de este órgano y los principales eventos que permiten la formación de la orina.

En el riñón podemos distinguir tres segmentos (Fig. 12): corteza, médula y pelvis renal. La médula y la corteza están formadas por nefrones, que son una unidad funcional de los riñones que permite la formación de la orina. La pelvis corresponde a un segmento expandido del uréter y que recibe la orina ya formada.

Debido a que los desechos deben ser retirados de la sangre, un aspecto importante de la función renal es su asociación al sistema circulatorio. Por medio de la arteria renal, que se ramifica en pequeños capilares, la sangre entra al riñón para ser purificada y luego retorna al sistema circulatorio por medio de la vena renal

Fisiología

¿Cómo ocurre el proceso de excreción? El riñón realiza sus funciones mediante varios mecanismos: filtración glomerular, reabsorción tubular, secreción y excreción a través de la orina.

Recordemos que es el elemento vascular (arteriolas aferentes y eferentes, que entran y salen al glomérulo, respectivamente) el que se encarga de llevar los desechos y otros materiales a los túbulos para su excreción, regresar los materiales reabsorbidos por el riñón o ahí sintetizados a la circulación sistémica y llevar el oxígeno y otros substratos metabólicos a la nefrona.

a) Filtración glomerular

El proceso de excreción comienza en el corpúsculo renal (Fig.14), el cual está formado por capilares sanguíneos y por la cápsula de Bowman. El glomérulo, formado por una red capilar porosa, actúa como un filtro del plasma. La separación se basa en la estructura molecular (tamaño, carga eléctrica neta y forma).

Mediante este proceso se forma el ultrafiltrado de plasma sanguíneo, que se produce por el paso de plasma, sin elementos celulares y básicamente carente de proteínas, desde el interior de los capilares glomerulares hacia el espacio de la cápsula de Bowman (filtra agua, iones, sales y moléculas orgánicas como glucosa). Los glomérulos pueden filtrar 125ml/min. Esto equivale, aproximadamente, a 180 litros diarios.

b) Reabsorción tubular

Si en los glomérulos se filtran 180 litros diarios, se deduce que debe haber reabsorción, pues evidentemente no se eliminan 180 litros diarios de orina. La reabsorción se produce en todo el sistema tubular del nefrón (túbulo proximal, asa de Henle y túbulo distal), pero es más activa en el túbulo proximal. La reabsorción tubular permite conservar sustancias importantes para el organismo, como el agua, glucosa, aminoácidos, vitaminas, etc., pasando a la sangre nuevamente. También se produce la absorción de importantes iones como el Na+ y Cl-. Además, la reabsorción es capaz de adaptarse a las necesidades del momento, es decir, participa en la homeostasis del medio interno.

c) Secreción

La secreción de sustancias al líquido tubular sirve para eliminar del organismo diversos iones o sustancias químicas como antibióticos.

d) Excreción de la orina

Una vez ocurridos los procesos anteriores, la orina, compuesta principalmente de urea, amonio, sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio, entre otros iones, llega a los túbulos colectores para su excreción.

Circulacion: Enfermedades y prevencion

Enfermedades del Aparato Circulatorio
1 Fiebre reumática aguda
2 Cardiopatías reumáticas crónicas
3 Enfermedades hipertensivas
6 Enfermedades cardíacas isquémicas
7 Enfermedad cardíaca pulmonar y enfermedades de la circulación pulmonar
8 Otras formas de cardiopatía
9 Enfermedades cerebrovasculares
10 Enfermedades de arterias, arteriolas y capilares
11 Enfermedades de vena, vasos linfáticos y nodos linfáticos, no clasificadas en otra parte
12 Otros trastornos del sistema circulatorio y trastornos sin especificar

Los problemas circulatorios y del corazón se agrupan en dos categorías: congénitos, lo que significa que el problema estaba presente en el momento del nacimiento, y adquiridos, lo que significa que los problemas se desarrollaron en algún momento de la infancia, la niñez, la adolescencia o la vida adulta.

Los defectos congénitos. Los defectos congénitos del corazón son anomalías en la estructura del corazón que están presentes en el momento del nacimiento. Aproximadamente ocho de cada 1.000 recién nacidos presentan defectos congénitos del corazón que van de leves a severos. Los defectos congénitos del corazón se presentan durante el desarrollo del feto en el útero materno y, generalmente, no se sabe por qué surgen. Algunos defectos congénitos del corazón, si bien no la mayoría, son provocados por alteraciones genéticas. Sin embargo, lo que todos los defectos cardíacos congénitos tienen en común es que implican un desarrollo anormal o incompleto del corazón.

Una señal común de un defecto congénito del corazón es un soplo del corazón. Un soplo del corazón es un sonido anormal (como el sonido de un soplido o silbido) que se detecta al escuchar el corazón. Generalmente, los doctores detectan los soplos del corazón cuando escuchan el corazón con un estetoscopio durante un examen de rutina. Los soplos son muy comunes en los niños y pueden ser provocados por defectos cardíacos congénitos o por otros problemas del corazón.

Los siguientes son defectos cardíacos adquiridos:

Arritmia. Las arritmias cardíacas, también denominadas "disritmias", son anomalías en el ritmo del corazón. Las arritmias pueden ser causadas por un defecto congénito del corazón o pueden ser adquiridas después. Una arritmia puede hacer que el ritmo del corazón sea irregular, anormalmente rápido o anormalmente lento. Las arritmias pueden presentarse a cualquier edad y se pueden descubrir durante un examen físico de rutina. Dependiendo del tipo de desorden del ritmo que tenga una persona, las arritmias se tratan con medicación, cirugía o marcapasos.

Cardiomiopatía. La cardiomiopatía es una enfermedad crónica que debilita el músculo cardíaco (el miocardio). Generalmente, esta enfermedad afecta primero las cavidades inferiores del corazón, los ventrículos, y después progresa y daña las células del músculo e incluso los tejidos que rodean el corazón. En sus manifestaciones más severas, esta enfermedad puede provocar un paro cardíaco e incluso la muerte. La cardiomiopatía es la principal causa de trasplantes de corazón en niños.

Enfermedad arteriocoronaria. La afección cardíaca más común en los adultos, la enfermedad arteriocoronaria, es provocada por la arterosclerosis. En las paredes internas de las arterias coronarias (los vasos sanguíneos que proveen al corazón), se forman depósitos de grasa, calcio y células muertas, denominadas "placas arteroscleróticas", que interfieren con el flujo sanguíneo normal. El flujo sanguíneo al músculo cardíaco puede llegar a detenerse si se forma un trombo, o coágulo, en un vaso coronario, lo cual puede provocar un ataque cardíaco. En un ataque cardíaco (también conocido como infarto de miocardio), el corazón sufre un daño por la falta de oxígeno, y a menos que el flujo de sangre se reanude en minutos, el daño al músculo aumenta y la capacidad del corazón de bombear sangre puede verse comprometida. Si el coágulo se puede disolver en unas pocas horas, se puede reducir el daño al corazón. Los ataques al corazón no son frecuentes en niños y adolescentes.

Hiperlipidemia/hipercolesterolemia (colesterol elevado). El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en las células del cuerpo, en la sangre y en algunos alimentos. El exceso de colesterol en la sangre, también conocido como "hipercolesterolemia" o "hiperlipidemia", es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades del corazón y puede llevar a un ataque cardíaco.

El colesterol se transporta en el flujo sanguíneo por medio de las lipoproteínas. Los tipos más importantes de lipoproteínas son: las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Los altos niveles de colesterol LDL (colesterol malo) aumentan el riesgo de que una persona sufra una enfermedad coronaria y un derrame cerebral, mientras que los niveles elevados de colesterol HDL (colesterol bueno) sirven de protección para estos mismos riesgos.

Un análisis de sangre puede indicar si el colesterol de una persona es demasiado elevado. El nivel de colesterol de un niño es normal si se encuentra entre 170 y 199 mg/dL y se considera elevado si supera los 200 mg/dL.

Aproximadamente el 10% de los adolescentes de entre 12 y 19 años tienen niveles elevados de colesterol que los ponen en mayor riesgo de adquirir una enfermedad cardiovascular.

Hipertensión (presión sanguínea elevada). La hipertensión ocurre cuando la presión sanguínea de una persona es significativamente superior al nivel normal. Con el tiempo, puede provocar daños al corazón y las arterias, así como a otros órganos del cuerpo. Los síntomas de la hipertensión incluyen dolores de cabeza, sangrado de la nariz, mareos y náuseas. Los infantes, niños y adolescentes pueden tener presión sanguínea elevada, que puede ser causada por factores genéticos, por el exceso de peso, la dieta, la falta de ejercicio y las enfermedades del corazón o los riñones.

Enfermedad de Kawasaki. La enfermedad de Kawasaki (también conocida como síndrome mucocutáneo ganglionar) afecta las membranas de la mucosa (el recubrimiento de la boca y los pasajes respiratorios), la piel y los ganglios (parte del sistema inmunológico). La enfermedad de Kawasaki también puede provocar vasculitis, que es una inflamación de los vasos sanguíneos. Esto puede afectar a todas las arterias principales del cuerpo; incluyendo las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón. También puede provocar una inflamación del músculo cardíaco, una afección denominada miocarditis. Cuando las arterias coronarias se inflaman, un niño puede desarrollar aneurismas, que son zonas debilitadas e hinchadas en las paredes de las arterias. Esto aumenta el riesgo de formación de un coágulo sanguíneo en esta zona debilitada, que puede bloquear la arteria, y posiblemente provocar un ataque al corazón. Además de las arterias coronarias, se puede inflamar el músculo cardíaco, el revestimiento, las válvulas y la membrana externa que rodea el corazón. Pueden presentarse arritmias (cambios en el patrón normal de los latidos) o causar el funcionamiento anormal de algunas válvulas del corazón. En los Estados Unidos, la enfermedad de Kawasaki ha superado la fiebre reumática como la causa principal de enfermedad coronaria adquirida en los niños.

Enfermedad cardíaca reumática. Por lo general, la fiebre reumática, consecuencia de una faringitis estreptocócica no tratada, puede provocar un daño permanente al corazón, e incluso la muerte. Es más común en niños de entre 5 y 15 años, y se inicia cuando los anticuerpos que el cuerpo produce para luchar contra la infección por estreptococos comienzan a atacar otras partes del cuerpo. Los anticuerpos reaccionan frente a los tejidos de las válvulas del corazón como si se tratara de bacterias estreptocócicas y hacen que las válvulas cardíacas se ensanchen y formen cicatrices. También se puede inflamar o debilitar el músculo cardíaco. Por lo general, cuando la faringitis estreptocócica se trata rápidamente con antibióticos, se puede evitar esta complicación.

Derrame cerebral. Los derrames cerebrales ocurren cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro o cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe y derrama sangre en una zona del cerebro, provocando daños en las células del cerebro. Los niños y los infantes que tienen un derrame cerebral pueden sentirse repentinamente débiles o adormecidos, en especial en un lado del cuerpo, y pueden sentir un repentino y fuerte dolor de cabeza, náuseas o vómitos, así como dificultad para ver, hablar, caminar o moverse. Durante la niñez, los derrames son poco comunes.

Hacer mucho ejercicio, tener una dieta nutritiva, mantener un peso saludable y hacerse exámenes médicos en forma regular es la mejor manera de ayudar a mantener un corazón saludable y de evitar problemas a largo plazo, como la presión sanguínea elevada, el colesterol elevado y las enfermedades cardíacas.


Bibliografía

http://cmae.fach.cl/docum/fisiologia.pdf

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080430154615AA9Zn5H

http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?GUID=7be4de75-f78c-4bf9-9dca-add8962103e4&ID=133109

La circulacion humana: Fisiologia y anatomia

Anatomia

En general, se puede decir que el Sistema Circulatorio es un sistema hidráulico cerrado con una bomba impulsora (corazón) y una red de tuberías por la cual circula un fluido llamado sangre. Su función principal es transportar el oxígeno y nutrientes hasta cada una de las células del organismo y a su vez, conducir los productos de desecho de las células a los sitios de eliminación, constituidos por los pulmones y los riñones.
El corazón está formado por dos bombas impulsoras conectadas en serie, llamadas corazón derecho y corazón izquierdo, cada uno de los cuales está formado por dos cavidades (1 aurícula y 1 ventrículo) separados por una válvula unidireccional.
La red de distribución está formada por vasos sanguíneos de diferentes diámetros y calidades, reconociéndose por su estructura microscópica en arterias y venas, cuya diferencia radica fundamentalmente en el grosor de la capa muscular de la pared y no en el tipo de sangre que conduce.
Finalmente, el fluido que se conduce en el sistema circulatorio se llama sangre, la cual está formada por una parte líquida o plasma y una parte particulada o celular, constituida esta última por las diferentes células sanguíneas, que son los glóbulos blancos, que participan en la defensa del organismo, las plaquetas, que participan en la coagulación y los glóbulos rojos, encargados del transporte del oxígeno y anhídrido carbónico.

Fisiología
La sangre rica en oxígeno proveniente de los pulmones, llega a la aurícula izquierda a través de las venas pulmonares. De la aurícula izquierda, que actúa como reservorio, pasa al ventrículo izquierdo el cual impulsa la sangre a través de la arteria aorta, distribuyéndose por toda la red arterial sanguínea, hasta llegar a estrecho contacto con todas las células del organismo y de esta forma llevarle a las células el oxígeno y nutrientes indispensables para su funcionamiento.
Una vez que las células le han extraído el oxígeno a esta sangre, aplicándose la Ley de Difusión Gaseosa, se devuelve a través de la red venosa hasta llegar a la aurícula derecha. De la aurícula derecha pasa al ventrículo derecho el cual impulsa esta sangre, pobre en oxígeno, hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar donde, a nivel alvéolo-capilar, se produce el intercambio gaseoso enriqueciéndose esta sangre nuevamente en oxígeno, para retornar a la aurícula izquierda por las venas pulmonares, reiniciándose el circuito.

OBJETIVOS

*Establecer la importancia de las proteinas en los seres vivos.

*Identificar los tipos de proteinas existentes en los seres vivos.

*Conocer la importancia del elemento Carbono en la quimica organica.

*Identificar la funcion biologia que cumple los carbohidratos en un organismo. Asi como sus tipos y estructura.

*Resaltar la importancia de los lípidos en el organismo identificando la funcion que cumple en el mismo.